Misterios forestales

Observo en cristales videntes, cicatrices de ciertos placeres, en tu espalda.

Observo, puedo imaginar planetas perfectamente alineados, como lunas, en tu espalda.


Observo amor, sí, lo puedo observar, plasmado, hojas cayendo en otoño, suaves, hermosas, puras, de colores simples que enamoran, todo lo veo, en tu espalda.


Observo, no te culpo. Monedas en el suelo, en el sucio suelo artificial, quizá si lo hago. El silencio y la tierra me han concedido poder ver detalladamente, no puedo evitar mirarlas, en tu espalda.


De ratos la amo de maneras románticas. De ratos la quiero de maneras indebidas.


Envuelta en melodías danzantes en específicos poros de mi blanca piel, llamé al silencio, en tu espalda. 



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