Kilómetros

Despierto, me levanto, hago el café de la mañana. Y no estás.

Respiro, me contengo, te necesito aquí. Y no estás.

Me despedazo en un segundo, tu sonrisa, tus manos sobre la luna, tu cuerpo sobre el mío, tu amor arrazante, tú. Y no estás.

Estas ganas desmoronantes de sostener tu mano por un segundo más.

Esa amistad en la que me refugiaba. Y no estás.


-Ahora estoy-


Somos un solo ser separado por kilómetros pero ligados en el amor.

Me hace falta esa otra mitad, mi tesoro.

Y aquí estoy.

Divagando en esta mirada perdida, en la mente y en los sentimientos.

¿Ahora qué?

Suspiro, mi piel se eriza.

Que vacía me siento en esta tierra maldita sin ti. 

Que vacío hay hoy en este pequeño lugar que hemos construido, en estas paredes que me he hecho como refugio, pero te necesito a ti.


Ya no estoy.


Este olor a mañana me vuelve a recordarte, con café.

Quédate. Llévame. Abrázame como si nada existiese. Voy.

Me desespero. Gritos. Lágrimas. Tengo un pedazo de ser.

Respiro hondo, se vuelve complicado. Los tragos se hacen pesados ¿estás allí?

Siento miedo, me vuelvo frágil como un cristal. Soledad, esta distancia, esta cosa punzante y desgarradora.


Voy.


Y no estás.






Comentarios

Entradas populares